Fallecido en 2008, pasó en Islandia sus últimos años · Si se confirma que la pequeña Jinky es su hija biológica ella será la legítima heredera
Los restos de Bobby Fischer, fallecido hace dos años de forma prematura en Reikiavik, dejarán de descansar en paz. Marilyn Young, la persona que ha conseguido que se exhume el cadáver del ex ajedrecista, quiere demostrar que su pequeña Jinky, de nueve años, lleva los genes del hombre que acabó con el dominio soviético sobre los tableros.
Las Young reclaman 140 millones de pesos filipinos (algo más de dos millones de euros). Su abogado islandés, Thordur Bogason, aseguró que ahora tratarán de establecer si Jinky es hija biológica de Fischer. "Si se confirmara, según la ley islandesa, ella es la legítima heredera".
Bogason también confirmó que en un principio la petición de su cliente había sido denegada, por lo que tuvieron que apelar al Tribunal Supremo. Asimismo, declaró que hay pruebas que demuestran que Fischer envió a Jinky y a su madre elevadas sumas de dinero, entre mil y seis mil dólares, en al menos ocho ocasiones.
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